La importancia del consentimiento explícito en el correo electrónico de marketing
De acuerdo con la ley vigente, cualquier prospección comercial por correo electrónico dirigida a un individuo no puede llevarse a cabo sin el consentimiento explícito del destinatario. Por esta razón, hoy en día, todos los envíos de correo electrónico de marketing deben ir acompañados obligatoriamente de un pequeño formulario, llamado opt-in. ¿Cuál es su función exacta y qué especifica la ley sobre su uso?
Las obligaciones del RGPD
El año 2018 fue el año de la implementación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Esta ley europea tiene como objetivo proteger los datos personales de los clientes reales o potenciales recopilados por una empresa y prevenir su uso indebido. Desde entonces, es obligatorio que todas las empresas obtengan el consentimiento de las personas para la retención y el uso de esta información en una campaña de marketing. Esta obligación es la razón por la cual se utiliza el opt-in, el cual debe mostrarse a todas las personas que sean objeto de una prospección comercial en el correo electrónico que reciben.
El opt-in: un consentimiento claro
Con el opt-in, se le ofrece al destinatario del correo electrónico la posibilidad de dar su consentimiento explícito para la recopilación de su dirección de correo electrónico, en forma de una frase clara, transparente y sin doble sentido, tres condiciones impuestas por el RGPD. Esta frase informa al contacto objetivo sobre el uso que se hará de su dirección de correo electrónico. El consentimiento del destinatario debe ser dado mediante una acción directa de su parte, a través de una casilla de verificación. Un consentimiento otorgado de esta manera para una prospección de marketing, por ejemplo, da luz verde a la empresa para contactar a su cliente por correo electrónico. Sin embargo, el RGPD establece que se debe obtener un consentimiento separado para un correo electrónico de naturaleza diferente, como la solicitud de suscripción a boletines informativos. Por lo tanto, la empresa deberá mantener una lista de contactos diferente para cada tipo de envío.
La doble confirmación del cliente
Una vez que se selecciona la casilla de opt-in, a veces se envía una solicitud de confirmación en un correo electrónico aparte. Esto se conoce como doble opt-in. Al hacer clic en el enlace de confirmación, el registro se valida de forma definitiva y también permite a la empresa verificar la exactitud de la dirección de correo electrónico. Esta precaución es útil para mantener una lista de contactos saludable, que es una condición indispensable para una campaña de correo electrónico efectiva.
El opt-in activo, el único legal
Es importante distinguir entre el opt-in activo y el opt-in pasivo. Mientras que el primero requiere que el destinatario otorgue su consentimiento para la recopilación de su dirección de correo electrónico marcando una casilla, el segundo presenta la misma solicitud con una casilla ya marcada, lo que sugiere que el consentimiento se otorga por defecto. Por lo tanto, es necesario desmarcar la casilla para expresar cualquier desacuerdo. Otro caso es el del opt-out: en este caso, el prospecto ya está siendo objeto de un envío de correo electrónico sin haber dado su consentimiento previo. Solo le queda marcar la casilla que le propone darse de baja o, en su defecto, hacer clic en el enlace de desuscripción que debe aparecer obligatoriamente al final del mensaje. Cabe mencionar que la CNIL, encargada de hacer cumplir el reglamento, prohíbe el opt-out en el marco de las prospecciones a particulares y desaconseja firmemente el opt-in pasivo.
Conclusión
A excepción de las direcciones de correo electrónico de clientes existentes de la empresa, el uso del opt-in en los correos electrónicos de prospección comercial es obligatorio para cumplir con el reglamento europeo. Debemos ser conscientes de que este reglamento, aunque puede parecer una restricción para las empresas, tiene como objetivo principal proteger los datos personales y la privacidad de los consumidores.